Tipos de alimentación y su incidencia en sindrome de intestino permeable
El Síndrome de Intestino Permeable, es una condición que se crea cuando se abren espacios entre las células que componen la pared intestinal (los enterocitos). Una vez que la integridad de la pared intestinal se ve comprometida, eso favorece que ingresen al torrente sanguíneo, sustancias tóxicas y microorganismos patógenos que producen una inflamación significativa y, por ende, múltiples enfermedades metabólicas, infecciosas, neurodegenerativas, autoinmunes, etc. Y no solamente como lo podríamos imaginar enfermedades relacionadas con el intestino, como la Enfermedad Celíaca, la Enfermedad de Crohn o la Colitis Ulcerosa. Como ya lo decía Hipócrates hace más de 2000 años: “Todas las enfermedades empiezan en el intestino”.
La integridad de nuestra mucosa gastrointestinal depende de lo que comemos, respiramos y de las propias emociones. Algunas cosas no podemos evitar, otras son parte de este nuevo paradigma que nace y que implican cambios. Así es que a derribar ciertos mitos.
El hombre gracias a su gran capacidad de adaptación hace 10.000 años empezó a cambiar hábitos pasando de nómades cazadores recolectores a la era agrícola, lo que ha derivado en las consecuencias que vemos hoy en día con moléculas artificiales, tóxicos, estrés contemporáneo, estilos de vida poco saludables. En definitiva, comemos lo que no debemos, y la industria alimenticia, la civilización, la cultura e incluso la ciencia lo respalda con todo tipo de argumentos favorables. Sólo basta con mirar la pirámide alimenticia que se nos presenta a diario. Algo ha cambiado con respecto a lo que antiguamente se estudiaba, ya que en la base de la pirámide ya no hay alimentos, sino hábitos. Cuatro a seis vasos de agua al día, 60 minutos de ejercicios, técnicas culinarias saludables y equilibrio emocional. Buena cosa. El tema es que después de ese cambio, el resto de la pirámide sigue prácticamente igual, recomendando el consumo de granos integrales, productos lácteos, etc.
Una de las formas más comunes que se ha utilizado para inducir el consumo de granos es en forma de cereales, frecuentemente promocionados como “alimentos saludables”, tal como ocurre con los cereales para niños con excesivas concentraciones de azúcares.
Los hidratos de carbono alteran la flora intestinal, provocando aún más aumento de la permeabilidad intestinal.
Síntomas del Intestino Permeable
Como es de suponer tendemos a asociar síntomas como hinchazón, dolor abdominal, gases, cólicos y varios otros síntomas digestivos con Intestino Permeable, cosa que es cierta, pero los síntomas trascienden ampliamente al sistema digestivo: fatiga, acné, alergias, dolores articulares, síntomas psicológicos, trastornos del aprendizaje, trastornos del sueño y un largo etc., pueden estar asociado a un Intestino Permeable y que requiere ser analizado en la singularidad de cada paciente.
Como siempre lo hemos sostenido, y sea por el motivo que consulte un paciente siempre fomentamos un cambio en la alimentación, hablando de los 5 venenos blancos, de los beneficios de una dieta paleolítica o mediterránea y del uso generalmente de probióticos para ayudar a restablecer la flora intestinal.
Igualmente es aconsejable el uso de alimentos tradicionalmente fermentados, los alimentos fermentados son esenciales, ya que son una fuente de probióticos, representan una pre digestión de los alimentos facilitando la tarea al sistema digestivo que se encuentra ya lidiando con cantidades inimaginables de productos químicos consumidos a diario. La fermentación además libera nutrientes haciéndolos más biodisponibles. Insistimos en la manera tradicional de su elaboración, ya que un producto pasteurizado mata a los probióticos.
En ese sentido, existe una página web que contiene mucha información para llevar una vida más saludable en un medio ambiente sustentable. www.ewg.org. Allí se muestra cómo una taza de cereales de la marca que frecuentemente usa un felino para promocionarse, contiene 56 % de azúcar por peso. Mucho más que las galletas comúnmente consumidas.
Dentro de lo posible nuestra dieta debe estar orientada para lo que genéticamente fuimos preparados, en eso la genética es muy conservadora. Y un cambio en nuestra alimentación implica una salida más para las llamadas “enfermedades de la civilización”.

Granos, los Anti Nutrientes:
Se nos comunica a diario que los granos son parte importante de nuestra alimentación balanceada y que son necesarios para obtener nuestras porciones diarias de nutrientes y fibra saludable.
Sin embargo, los humanos NO estamos diseñados para comer granos y puede ser dañino para el intestino. Irónicamente la parte importante que hace al grano entero contiene en realidad muchos anti nutrientes. No olvidemos que los granos son las semillas de las plantas, son su materia reproductiva y no parte de cadenas alimenticias. Si así lo fuera ya se hubieran extinguido hace tiempo.
La estrategia evolutiva que muchas plantas y en particular los granos del cereal han desarrollado para evitar la depredación es desarrollar compuestos tóxicos evitando así que el depredador se nutra de ellas.
Es importante conocer cuáles son aquellos granos y legumbres que se pueden consumir en cantidades moderadas, considerar su procedencia y métodos de preparación para ser digeridas de buena manera por el organismo, siendo siempre mejor tener un consumo menor en relación a otros alimentos basados en la dieta paleo.
Ya existe una creciente y cada vez más abundante evidencia científica que muestra que los granos, así como las legumbres, contienen anti nutrientes y otras sustancias problemáticas que aumentan la permeabilidad intestinal.
La Gliadina es una inmunotoxina encontrada en el gluten del trigo. La gliadina es la que le proporciona la textura al pan de trigo, pero a su vez aumenta la producción de una proteína intestinal llamada Zonulina, cuya función es abrir espacios en las uniones normalmente estrechas de las células que componen la pared intestinal, aumentando así su permeabilidad, tenga o no uno predisposición a la Enfermedad Celíaca. Al decir verdad, la gliadina una vez descubierta su toxicidad ha servido como chivo expiatorio a la industria y el marketing para llevarnos a la nueva moda de comidas sin gluten. Pero existen enemigos más dañinos dentro de los cereales, como las lectinas.
Las Lectinas, estas son el mecanismo clave por el cual las plantas se protegen para no ser comidas, y se encuentran obviamente en concentraciones mucho más elevadas en las semillas. Generando una amplia gama de problemas de salud. El humano en más o menos las 500 generaciones que han pasado desde que nos volvimos agricultores no hemos tenido tiempo de adaptación como sí lo han tenido miles de generaciones de pájaros y roedores.
Nosotros somos más sensibles a las lectinas de los granos, cereales, productos lácteos, papas, tomates (de ahí la importancia de consumirlos sin pepas). Sin embargo, toma fundamentalmente importancia por los enormes efectos adversos que trae una nueva forma de lectina presente en el trigo que es la WGA (siglas en inglés de Wheat Germ Agglutinin: Aglutinina de Germen de Trigo). Es problemática y resistente, ya que tampoco se elimina por germinación.
WGA y Salud:
La mayor cantidad de WGA se encuentra en el trigo entero, incluso es dañino en su forma germinada. La manera tradicional de luchar contra los anti nutrientes es mediante la germinación, fermentación y cocción. Pero las lectinas han sido diseñadas para resistir a cambios en pH y temperatura. La lectina del WGA es particularmente dura a eliminar debido a que está formada por lazos disulfuro, que le dan la fuerza y la resistencia al caucho vulcanizado y al pelo humano. Los estudios ya han relacionado el potencial daño del WGA.
- Pro Inflamatorio, el WGA estimula la síntesis de citoquinas en las células inmunes e intestinales y es causa en la inflamación crónica del intestino delgado.
- Inmunotoxicidad, en ratas el WGA produce atrofia del Timo. En la sangre humana los anticuerpos WGA tienen reacciones cruzadas con otras proteínas, siendo posiblemente responsables de cuadros de autoinmunidad. El WGA parece tener un rol fundamental en la Enfermedad Celíaca, totalmente distinta a la conocida del gluten. De hecho, los niveles de IgG e IgA contra WGA en sangre de pacientes con Enfermedad Celíaca son mucho más elevados que en pacientes con otros trastornos gastrointestinales.
- Neurotoxicidad, el WGA puede atravesar barrera hematoencefálica y es capaz de inhibir el factor de crecimiento nervioso.
- Citotoxicidad, el WGA es citotóxica para células normales, además de ser capaz de detener la muerte celular programada (Apoptosis) por ende favorece la aparición de cánceres.
- Cardiotoxicidad, el WGA perjudica la adhesión de las plaquetas en los vasos sanguíneos que es un factor clave para la regeneración de los tejidos.
- Alteración Función Endocrinológica, el WGA contribuye al aumento de peso, a la resistencia a la insulina, y resistencia a la Leptina (Hormona esencial en la función de la saciedad, es decir, el cerebro deja de percibir que ya no es necesario seguir alimentándose, llevando al sobre consumo de hidratos de carbono). Se adhiere a los nódulos tiroideos. Altera la secreción de Secretina en el páncreas, produciendo problemas digestivos e hipertrofia pancreática.
- Afecta negativamente la Función Gastrointestinal, el WGA reduce la superficie de absorción del intestino, altera la función del citoesqueleto produciendo muerte celular.