¿Placebo?

Después de un estudio de más de 15 años de preparación, se llegó a la conclusión que al menos entre el 30% y 40% de los efectos sanadores dependen completamente de nuestros sistemas de creencias, al igual que de tener expectativas positivas tanto del paciente como el médico.

En 2011, Time Magazine publicó un estudio llevado a cabo por 3 años y donde se concluyó que si se le da a un grupo de pacientes un frasco con una sustancia inerte, y que se la etiqueta como tal: “Placebo”, sus problemas de salud se mejoran rápidamente a pesar de todo.

Se demostró que si el médico o terapeuta hace uso de un tono de voz calma y amable, la eficiencia de la sanación se ve potenciada. El antropólogo médico, Daniel Moerman, más que de placebo, prefiere hablar de “Efecto del Significado”. Esto está nombrado, codificado con los sentidos, y tienen un significado. Se descubrió, además, que los colores influyen. Los colores azules, ayudan más con la ansiedad. Los amarillos con los dolores, etcétera.

Las cápsulas son más eficientes que los comprimidos, las inyecciones más que las cápsulas. Y muy por arriba, en cuanto a potencia sanadora, nos encontramos con la “Cirugía placebo”. Esto resalta de estudios hechos en los años 50 que luego fueron cesados por razones éticas, pero que dejaron la enseñanza de las cirugías placebo que se practicaron en dolores de rodilla y angina de pecho. Consistían en anestesiar al paciente, hacer una incisión superficial y suturar, sin otra intervención. Estas cirugías demostraron los mismos resultados que las verdaderamente llevadas a cabo.

De acá dos enseñanzas, si la ética actual nos permitiera, esto significaría grandes ahorros para instituciones o pacientes, con muchas cirugías que uno ve a diario que son inútiles.  Y segundo, y más importante detrás del acto simbólico de la cirugía, hay un “Ritual”. Los rituales han sido desde los inicios de la historia de la humanidad parte de nuestras creencias más profundas. Somos seres simbólicos.

Así de este estudio destacan dos cosas, por un lado, el lado materialista y “objetivante” de la medicina actual, que está desaprovechando las capacidades de autosanación del ser humano, de tomar en cuenta esto, los resultados obtenidos serán aún mejores. Por otro lado, demuestra que las sanaciones con las terapias llamadas alternativas dependen mucho de la relación médico paciente, el tono de la voz, las expresiones faciales, la confianza y el optimismo.

Este estudio nos viene a demostrar lo que siempre hemos hablado de una relación de igual a igual con el paciente, sin temas tabúes, transversal, y sin juicio. Y donde la Historia de Vida toma un papel fundamental, ya que ella permite entrar en patrones de creencias y culturales del paciente y solidarizar desde ahí en el proceso de salud. Porque, al fin y al cabo, como decía Gabriel García Márquez: “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo recuerda para contarla”. Desde ese relato, mediante la terapia neural somos capaces de ir abriendo capas tras capas y viendo la impronta que los hitos o eventos significativos en la biografía del otro fueron dejando sus huellas que, en algún momento pueden transformarse en enfermedad