Estrés + Vitamina C

Hemos hablado bastante sobre el aporte que tiene la vitamina C en el organismo y seguiremos haciéndolo, ya que sus beneficios son muchísimos. El aporte de ésta, tanto en el sistema inmune como en el sistema nervioso, es fundamental.

En relación al sistema nervioso, el aporte que tiene la vitamina C en la recuperación de estados de equilibrio son significativos.

Si nos adentramos en el estrés, podemos decir que desde el punto de vista biológico evolutivo, el estrés no es malo. El estrés en sí es un conjunto de modificaciones que produce el organismo para responder a situaciones de riesgo vital. Gracias a que el humano evolucionó y fue capaz de adaptarse a múltiples cambios, esa función de manejo del estrés, y de su respuesta de lucha/huida es función de nuestro cerebro más primitivo, que se ocupa de todas nuestras funciones vitales. Para eso existen dos zonas de este cerebro: las Amígdalas Cerebrales, que ante situaciones de estrés estimulan a que nuestras glándulas suprarrenales secreten adrenalina y cortisol; y la descarga muscular que ella conlleva, ya sea desde el ataque a la huida.

El estrés excesivo, considerado patológico como el miedo, pánico, sedentarismo y un sistema de alertas de nuestro organismo que sigue funcionando como el origen, implica que la adrenalina secretada por nuestras suprarrenales no se use y se oxide. Se oxida en adrenocromo, que es causante de episodios de psicosis. No es raro ver cada vez más episodios de estas descargas de estrés transformadas en ataques psicóticos autodestructivos, o psicosis reflejadas en agresiones masivas en lugares públicos.

La combinación de altas dosis de vitamina C y vitamina B3 evitan que esta adrenalina se oxide. Recordemos además que las Glándulas Suprarrenales poseen un sistema para acumular Vitamina C para episodios de mayor estrés.

Por eso, y por ser controladora de la adrenalina oxidada, es que se la llama en las nuevas publicaciones La hormona Anti-Estrés.