Estrés Oxidativo
En esta época de tanta preocupación por los efectos del calentamiento global, la contaminación y sus consecuencias, es interesante recordar lo que fue hace 2.400 millones de años: la Revolución del Oxígeno. En ese entonces, los organismos vivos eran únicamente unicelulares y vivían en anaerobiosis (sin oxígeno). Hubo unos organismos, unas bacterias que comenzaron en su vida acuática a hacer fotosíntesis para obtener energía. El problema de la fotosíntesis es que genera oxígeno, que se fue acumulando, creando una verdadera contaminación por oxígeno.
Hasta ese entonces la atmósfera estaba constituida principalmente por Amoníaco, Metano e Hidrógeno. En muy corto plazo de no poseer oxígeno, la atmósfera pasó a tener 20,9%. Y ahí surgió un problema vital, de sobrevivencia. La mayoría de los organismos eran anaerobios, el oxígeno los hubiera matado. Existían una ínfima cantidad de células que sí sabían procesar el oxígeno, y surgió el milagro de la vida ¿Que pasó? En un acto de simbiosis se fusionaron estas células anaerobias con las aerobias, creando organismos más complejos, capaces de unirse con otras células y formando organismos multicelulares.
Estas células capaces de procesar el oxígeno pasaron a formar las Mitocondrias, que hoy en día son las organelas celulares capaces de llevar a cabo el procesamiento del oxígeno para formar energía bajo la forma de ATP (Adenosin Trifosfato). Así, la vida se puso más compleja con la presencia del oxígeno, pero a su vez más diversa.
Desde entonces, los organismos vivos tuvieron que buscar formas para poder lidiar con el oxígeno, y la oxidación que produce. En la naturaleza, casi todo es oxidado por el oxígeno, y se equilibra con mecanismos de reducción.
Estas reacciones químicas de oxido-reducción son vitales, tanto en plantas como en animales, para la síntesis de energía. Pero este oxígeno, que ahora es vital para la vida como la conocemos, también puede ser fuente de enfermedad bajo la producción de una manera incontrolada de radicales libres de oxígeno. Estos son capaces de dañar las macromoléculas, como lípidos y proteínas, y alteran los procesos celulares. El exceso de radicales libres de oxígeno rompe el equilibrio, produciendo lo que se llama ESTRÉS OXIDATIVO.
Con la vida moderna, la cantidad de radicales libres de oxígeno ha aumentado de manera exponencial con las dietas híper procesadas con agroquímicos, radiaciones ultravioletas, radiaciones ionizantes y gases tóxicos. Del otro lado de la balanza están los antioxidantes, que son sustancias ideadas por la naturaleza para contrarrestar el efecto nocivo de los radicales libres de oxígeno. Uno de estos antioxidantes son algunas enzimas y, sobre todo, los llamados: RASTRILLOS de RADICALES. Estos son elementos capaces de destruir directamente los Radicales Libres y son: el Glutatión, la Vitamina C y la Vitamina E.
En realidad, el sistema es más complejo que eso, ya que existen otras enzimas y mecanismos para eliminar las proteínas ya oxidadas, y para reparar biomoléculas dañadas por estos radicales. Como vemos, el estrés oxidativo es una agresión constante al organismo que, por efectos de la contaminación ambiental, se ve amplificada; y donde los mecanismos antioxidantes están siendo deficitarios. Por ende, las enfermedades relacionadas con él tienen que ver con procesos degenerativos. Sería muy largo enumerarlas todas, pero cabe destacar:
Envejecimiento precoz y enfermedades neurodegenerativas.
- Cáncer.
- Catarata Senil.
- Insuficiencia Renal Aguda y Crónica.
- Diabetes tipo II.
- Hipertensión Arterial.
- Síndrome de Intestino Permeable.
- Entre otras.
LAS TERAPIAS ANTIOXIDANTES:
Es acá, al ver los efectos devastadores del estrés oxidativo, que la terapia ortomolecular toma todo su sentido. Los antioxidantes están presentes en la naturaleza, no son productos químicos de síntesis. El problema se da en dos aspectos: 1) nuestras dietas cada vez están más pobres en nutrientes por uso de productos híper procesados o simplemente porque la tierra está cada vez más pobre en micronutrientes. Y 2), puede ser que la dieta de una persona sea la adecuada, pero es tal el nivel de estrés oxidativo que conlleva la vida actual que es necesario los suplementos antioxidantes.
Los cambios bioquímicos que trae aparejado el estrés oxidativo alteran las membranas celulares y, sobre todo, el sistema nervioso autónomo. Su función es justamente mantener los equilibrios necesarios para un funcionamiento armonioso del organismo. Para eso utilizamos la Terapia Neural, cuyo objetivo es la auto-eco-organización. Auto, porque el proceso es de la persona; Eco, ya que tiene que ver con el medio que nos rodea, social, laboral, cultural y ambiental; y Organización, pues los organismos vivos siempre andan regulando su metabolismo para generar adaptabilidad, apelando a la plasticidad neuronal.
Tal vez, en aquel auge de las vacunaciones masivas de la segunda mitad del siglo XX, la humanidad pensó que eso bastaría para el control de las enfermedades infecto contagiosas que tantas secuelas dejan desde el punto de vista de la salud, social y económicas. El problema es que, por ese auge, se dejó de investigar el uso de suplementos nutricionales en el control de enfermedades, y se les olvida a los organismos de salud que para que una vacuna sea eficiente, necesita de un sistema inmune que esté sano y fuerte.
El segundo gran impulso del uso de esta vitamina se la debemos al Dr. Linus Pauling.
Vale la pena algunas pocas líneas sobre Linus Pauling, uno de los hombres más influyentes del siglo XX. Claramente su vida tiene tres grandes capítulos. El primero como químico que le valió el Premio Nobel de Química en 1954 por “Los Enlaces Químicos de la Vitamina C y la Estructura Atómica de la Hemoglobina”. Descubrió ahí las leyes que describen cómo interactúan las moléculas. La medicina y la química serían dos campos totalmente separados si no contáramos con los descubrimientos de Pauling.
El segundo capítulo fue su actividad contra el desarrollo de las armas nucleares y la Paz Mundial. Pasó de ser un científico altamente introspectivo y de un gran corazón, a su gran lucha contra la bomba atómica que le valió su segundo Nobel en 1962: el Premio Nobel de la Paz. Eso lo convirtió en el único ser humano que ha conseguido dos veces el galardón, y las dos de manera individual.
Esta lucha antinuclear le significó la animosidad del gobierno norteamericano quien le confiscó su pasaporte. Este percance le significó no poder viajar a completar sus estudios a Inglaterra junto a Watson y Crick con quienes estaba descifrando la cadena de ADN. Al recibir el Nobel Watson y Crick declararon que este premio debería haber sido compartido con Pauling. O sea, perfectamente podría haber tenido tres nobeles.
Su tercer capítulo, comenzó a los 65 años cuando empezó a estudiar a fondo la Vitamina C y creó el término Medicina Ortomolecular. Delineando así, la Ciencia de darle al organismo las moléculas correctas para lograr una nutrición óptima.
En 1970 escribe el primer libro al respecto: “La Vitamina C”. Bestseller en USA y que significó que automáticamente los norteamericanos aumentaron en un 300 % su consumo promedio de Vitamina C y en paralelo hubo un 30 % menos de muertes por causa cardíaca. No existe otro hecho documentado en cambios higiénico dietético de los estadounidenses que explique este fenómeno.