CoronaVISIÓN
El pánico por el contagio del virus se ha visto potenciado, aún más, por el exceso de información y la errónea publicación de muchos sitios en redes sociales. Seguimos a diario las noticias en directo para ver números de contagiados y muertes, cosa que muy poco ayuda, ya que genera una sensación de estrés adicional al estado propio de la cuarentena. El mismo virus tiene diferentes conductas según los países o zonas. Depende además del sistema de salud de cada país, de sus características demográficas y culturales.
En el caso de Corea ya que tiene hasta ahora una de las mejores estadísticas y despistaje del virus lo que le ha permitido tener mejores éxitos en la contención de la pandemia. Podemos ver que presentan un 1,6% de mortalidad, lejos del promedio de 3,8% a nivel mundial y muy lejos del caso italiano con casi el 11%. En dicho país, el 11,6 % de la mortalidad se da en personas mayores de 80 años, y el 90% de los fallecidos son mayores de 60 años.
En el caso de Corea se dieron cuenta que el 20% de los pacientes diagnosticados son ASINTOMÁTICOS, pueden estar transmitiendo el virus sin darse cuenta. A mayor rango etario, más probabilidades de complicaciones y esto se da por dos fenómenos. Uno, la relación con enfermedades crónico-degenerativas: Diabetes, Hipertensión, Cáncer, enfermedades autoinmunes tratadas con inmunosupresores.
Por ejemplo, en el caso de Italia, el 48,5% de los fallecidos presentaban tres o más enfermedades asociadas; 25,6% dos enfermedades asociadas; 25,1% una enfermedad asociada; y apenas el 0,8% sin comorbilidad. En un futuro posterior hablaremos especialmente del caso del norte de Italia y el por qué el virus ahí cursó con tan alta tasa de fallecimiento. Veremos cómo la industria que ahí había, hasta la década de los 90 tenía gran responsabilidad en lo que hoy acontece. Otro de los factores es la INMUNOSENESCENCIA, que es el deterioro del sistema inmune.
Por eso desde siempre en nuestra clínica hemos hecho hincapié en fortalecer el sistema inmune con suplementos, alimentación y autocuidado, únicas maneras de evitar las asociaciones de enfermedades y permitirle al sistema un mejor manejo de situaciones de crisis como la que estamos viendo.
Por ahora, no hay tratamiento para el coronavirus, y en el mejor de los casos saldrá una vacuna en 18 meses. Habrá que ver si es accesible para todo el mundo. Por eso es importantísimo seguir fortaleciendo el sistema inmune, tener claridad mental para que no abunde el pánico y seguir las recomendaciones para evitar el contagio.
Cabe recordar que hay 3 maneras de contagio: por ojos, nariz y boca, o sea tres áreas donde existen mucosas expuestas. Este contagio puede venir de estornudos o tos a menos de 1,5 metros de distancia, y por no lavarse las manos al llevarlas sobre superficies previamente contaminadas. Este virus puede durar 4 a 5 días en superficies frías, pasamanos, mesones, metales. Incluso, con clima frío y húmedo, dicha supervivencia puede llegar a los 7 días. En la ropa, puede llegar a vivir un día.
Sospechar de coronavirus en estas circunstancias: Cuando se presenta tos, fiebre, dificultad respiratoria, sensación de resfrío como cuando sentimos cansancio y dolor muscular sin causa aparente. Y recordar que hasta en un 30% de los infectados el primer síntoma es la pérdida del olfato y/o del gusto. Éste puede durar de 5 a 10 días. En ciertas circunstancias, se puede producir una TRANSMISIÓN AÉREA, que se da en espacios cerrados con aglomeración de gente y con poco aire circulante. De ahí, CONTRARIAMENTE a lo que dice la OMS, SÍ es útil la utilización sistemática de la mascarilla en esas eventualidades, ya que el 20% de los diagnosticados son ASINTOMÁTICOS y no saben que están contagiando.
Las grandes lecciones que dejaron las pandemias del SARS (2002) y el MERS (2015) es que no hay tratamiento inmediato, por ende, prima la PREVENCIÓN. Más allá de la vacuna en estudio que, más que colaboración científica, se está viendo competencia económica para ver quién llega antes a ella.
Se están investigando con lo que se llama el REPOSICIONAMIENTO de medicamentos, es decir, fármacos que fueron concebidos para otras patologías y que se están usando hoy en día con otros fines. Ya mucho ha circulado que se está experimentando al parecer con éxito el uso de la Cloroquina (o la Hidroxicloroquina), medicamento usado en la Malaria, o el Kaletra usado en HIV. Pero ojo, SIEMPRE bajo supervisión médica, ya que para usar Cloroquina hay que monitorear el corazón. Son tratamientos bajo supervisión médica en recintos hospitalarios y se usan en caso de complicaciones debidas a infección por coronavirus. Ya se han dado en EE.UU. casos de intoxicación por dicho medicamento a causa de automedicación.
Por eso, nuestras recomendaciones:
- Seguir el consejo de autoridades sanitarias en cuanto a lavado de manos frecuentes e higiene personal, al igual que limpieza de superficies de contacto habitual.
- USAR MASCARILLA al salir a la calle y en espacios de hacinamiento.
- Complementar con suplementos vitamínicos, y sobre todo Vitamina C, 1 gramo cada 8 horas es muy bien tolerado, además de ser excelente complemento anti-estrés.
VAPORTERAPIA: No olvidemos, como nos recuerdan en todos los medios, que es un virus sensible al calor. Como en antaño cuando nos resfriamos nos ponían una olla con agua caliente a inhalar el vapor con la cabeza tapada con una toalla por 10 minutos, 3 a 5 veces al día. Eso sí, SIN hojas de Eucaliptus, ya que irritan las vías respiratorias.
Recordar que el 20% de los diagnosticados son ASINTOMÁTICOS. Por eso, en este momento el distanciamiento es empatía.
En una próxima publicación queremos compartir el impacto que está teniendo el coronavirus en la Salud Mental, ya que se está viendo cómo se re agudizan problemas de ansiedad, y las secuelas psicológicas que dejará después de pasada la pandemia.